domingo, 20 de marzo de 2011

Reflexiones sobre la FP (III): el PCPI




Mucho he leído y demasiado he oído sobre los Programas de Cualificacón Profesional Inicial (PCPI), pero bien poco con talante constructivo.

Para el lector no acostumbrado, los PCPI nacen como una vía alternativa para alumnos que no van bien en la ESO y se entiende que, tal vez, a la par que con la formación general, con una iniciación profesional podrían llegar a motivarse más y, por tanto, seguir en el sistema de forma provechosa.

En la modesta opinión del soldado que suscribe, debería ser una alternativa real a los itinierarios convencionales de la ESO y no pasar necesariamente por el fracaso escolar. Seamos coherentes: todos de una forma u otra nos acabamos especializando. Normalmente a un profesor de letras o humanidades no se le puede hablar de logaritmos neperianos y viceversa. ¿Por qué no puede un alumno empezar a especializarse desde la segunda etapa de la ESO? Pero bueno, es lo que hay legislado y, por tanto, ES LO QUE HAY.

Aun así, de la idea se puede sacar petróleo si se tienen claras las siguientes premisas:

- Un alumno de PCPI no es un juguete roto destinado a un desván. Es un adolescente al que se le pretende dar una oportunidad real.

- Un alumno que se inscriba en un PCPI no debe sentirse en ningún momento castigado, ni confinado, ni exiliado o apartado del grupo principal "para que no moleste". A nadie se ocurriría, pongo por caso, mandar a los grupos más conflictivos de la ESO a horarios vespertinos. Pues créame el lector que con los PCPI el caso se da.

- Si ciertas opciones de la ESO conducen inequívocamente hacia los bachilleratos de humanidades, los PCPI deben conducir lógicamente a un ciclo formativo de grado medio.

- No se deberían autorizar PCPI a aquellos centros que no tengan ciclos formativos en su oferta educativa y, aun en ese caso, autorizar los que sean coherentes con la oferta de ciclos formativos del centro.

Si queremos que un PCPI tenga sentido, jamás debe entenderse ni mucho menos desarrollarse como una vía muerta o un callejón sin salida para desheredados del sistema.

Hagamos justicia de una puñetera vez en este país de pobreza de espíritu mayoritaria y demos una salida a la Formación Profesional digna y acorde a la importancia que tiene para el propio país que se formen profesionales, empezando por no privar de dignidad a los PCPI. Ya estamos viendo en esta crisis, que faltan profesionales, sobran especuladores y politicastros y que, con todos mis respetos, la masa universitaria no ha sido, ni de momento es, la respuesta.

Esto es un aviso a navegantes. Quien quiera atender que atienda, pero con la que nos viene encima - esto no ha terminado ni mucho menos - después que nadie, que ahora mira para otro lado o toma decisiones a la ligera, se queje de los resultados.

Saludos desde la trinchera.

P.D.: para aquel lector suspicaz, este soldado sabe por propia experiencia lo que es dar clase a un PCPI, de hecho estar un curso entero dedicado exclusivamente a un PCPI.

lunes, 14 de marzo de 2011

España a 110


Costaba creer que podían superarse, pero algunos sabíamos que era cuestión de darles tiempo y, conforme a nuestras expectativas, lo consiguieron.

Y, por supuesto, la masa ciudadana del país ha mordido, como de costumbre, el anzuelo. Ya tenemos, exactamente igual que cuando salió la ley del tabaco polémica en todos los foros sobre si la medida es o no eficaz de cara al ahorro, con unos expertos que dicen que sí, otros que no ... y, mientras tanto el país cada vez más patas arriba. Nuestros gobernantes y sus opositores son consumados especialistas en generar cortinas de humo y debates bizantinos sobre cuestiones relativamente superfluas pero muy llamativas y la mayoría de sus gobernados lo son en tragar carnaza.

Querido lector: estoy harto. Estoy harto de que esta gentuza siga tomándonos el pelo y estoy harto de la idiotez mayoritaria de este condenado país.

Tenemos un gobierno central que hace tiempo que perdió el norte, unos gobiernos autonómicos en los que gente encausada y declarada culpable en algún caso, sigue en su poltrona confirmada públicamente por los líderes de sus partidos. En los ayuntamientos, si los servicios de recogida de basura orgánica y putrefacta funcionasen bien, empezarían por llevarse a toda la corporación municipal. Todo ello protagonizado por los partidos que obtendrán la mayoría de los votos en las próximas elecciones.

Hago desde aquí un llamamiento para orquestar una contra-campaña electoral. Vamos a ver si somos capaces de desmontar todos esos discursos y todas esas promesas y sonrisas farisaicas. Esta campaña, no desconectemos: oigamos lo que dicen por dura que sea la experiencia para dar un contra-discurso. Le aseguro al lector que la parte difícil es soportar la campaña, contradecirles es juego de niños.

Saludos desde la trinchera.